Epitafio para su tumba

Cuentos de Nasreddín recopilados y anotados por Eduardo Dermardirossian

Fue voluntad del Maestro que su sepultura fuera ornada con una puerta grande y robusta, clausurada con cerrojos inviolables. Y así se hizo a su muerte. Y según fue también su voluntad, nada había en torno a esa puerta, ni siquiera paredes.


Nota: Aún hoy la sepultura existe en el cementerio de Aksehir. ¿Qué quiso significar Nasreddín con tan curiosa decisión póstuma? Quizá burlarse de la vanidad humana. Quizá denunciar la estupidez de aspirar a tales honores, de los que era deseoso el hombre de entonces (y el de ahora). De cualquier manera una cosa es cierta: aún se hurga en su sentido, como se hurga también en el significado de cada uno de sus cuentos. Y ello no es poco. E. D.