Merezco ver a Allah

Cuentos de Nasreddin recopilados y anotados por Eduardo Dermardirossian

-Si durante tantos años he seguido tus enseñanzas, Maestro -dijo el discípulo a Nasreddín-, cumpliendo ayunos, peregrinando a santuarios y sometiéndome a los rigores del ascetismo, bien merezco ahora que me muestres a Allah. Concédeme, pues, este deseo.

Luego de meditar debidamente sobre lo pedido, el hombre santo tomó una piedra del camino y con ella golpeó ferozmente a su discípulo, causándole enorme dolor y sorpresa.

Increpóle el dolorido discípulo diciéndole cómo podía responder así a una pregunta tan trascendente.

-Esa es la respuesta- contestó el Maestro.

-Yo sólo siento dolor- se lamentó el discípulo.

-Y bien -dijo Nasreddín-, muéstrame tú el dolor y yo te mostraré a Allah.


Nota: Éste es uno de los muchos cuentos que se le atribuyen al Maestro Nasreddín, nacido en el seno de una familia religiosa a comienzos del siglo XIII de nuestra era. Su reputación de hombre sabio es bien extendida en el Medio Oriente y sus fábulas, que mueven a la risa pero también a la reflexión, hoy comienzan a ser conocidas también en Occidente. No obstante que el hombre de este hemisferio siempre tendrá limitaciones para interpretar en su sentido propio los cuentos de Nasreddín, concebidos para una cultura y una cosmovisión diferentes, relato algunos de ellos que conservo aún en mi memoria. Otros he podido leerlos en alguna recopilación traducida al español, con lamentable pérdida de su sabor y extravío de su sabiduría. Por eso, perdón. E. D.